En la actualidad, existe gran tendencia por parte de la población económicamente activa a independizarse y establecer su propia empresa.
Las retribuciones pueden ser ejemplares, pero en este caso también los riesgos, es importante entonces, tomar en cuenta los siguientes puntos que exhiben los errores comunes al momento de emprender un negocio o en caso de ser empresario, de llevar a cabo a lo largo del desarrollo de la compañía.
Falta de instrucción empresarial. Gran cantidad de pequeñas y medianas empresas no tienen clara su misión, su visión y sus valores. En este caso debes analizarlo y responder preguntas como: ¿por qué existe tu sociedad?, ¿por qué consumen tus productos o servicios?, ¿cuál es tu objetivo?, ¿con qué valores cuenta tu sociedad?
Al no tener claro lo anterior es posible que sea confusa la imagen de tu empresa hacia clientes, proveedores y trabajadores.
Carecer de una estrategia. Varias pymes comienzan a laborar con lo que consideran necesario, no realizan un análisis para conocer realmente lo que se requiere y no toman en cuenta diversas pautas que pueden ser de gran ayuda como la simplificación de trámites, deducciones de impuestos, y desatienden asuntos como la innovación, la mano de obra calificada, la competencia y la obtención de materias primas que ocuparán.
Administración inadecuada. Una de las razones más frecuentes de fracaso de pequeñas y medianas empresas es la mala administración. Es importante tomar en cuenta que el negocio debe contar con el apoyo necesario, es decir, el propietario debe estar consciente de que no cuenta con los conocimientos suficientes en todas las áreas que su negocio requiere y es recomendable aceptar asesoría en diversos temas.
No capacitarte. Puedes acudir a un simulador de negocios para tener conocimiento de que tan preparado estás para emprender en el área que deseas, si buscas sobresalir en el entorno empresarial es recomendable que te prepares, conozcas a fondo lo que vas a ofrecer y estés siempre al pendiente tanto de los clientes como de los cambios del mercado.
Realizar todo. Es común que el dueño de una empresa, por cuestión de ahorro, quiera llevar a cabo todas las funciones. El no contar con gente adecuada para cada área de tu negocio puede ser muy contraproducente, en cuanto tengas oportunidad contrata personal específico.
Equívoca planeación financiera. Repetidamente, los empresarios no definen previamente el capital necesario para poner en marcha la compañía y la manera de obtenerlo. Es fundamental definir la estructura financiera de la empresa y prever su rentabilidad al menos a mediano plazo.
Obtener un crédito sin precaución. Debes tener clara la finalidad de tu sociedad y la manera en la que la conseguirás, todo bajo un presupuesto previamente establecido y calculado. Un crédito no siempre es la respuesta y muchas veces lo que una empresa requiere son socios, aun así es necesario conocer las consecuencias de ambas opciones y si optas por un préstamo, define cómo lo utilizarás.
Omisión de Control. Si no existe un control en cuanto a gastos, ventas, inventarios, producción, operación y documentación en regla, es probable que la organización de tu pyme fracase.
Mala planeación. No es recomendable resolver las situaciones en cuanto se van presentando, pues limita el desarrollo de la compañía. Planea con anticipación y de la mejor manera posible las actividades a realizar y lo que se desea lograr con ellas.
Estos errores pueden ser muy comunes, pero es un hecho que perjudican a tu empresa en gran medida.