Fraude publicitario.
El fraude publicitario se ha convertido en uno de los mayores problemas de la industria y las cifras no dejan lugar a dudas.
Un estudio de la firma CHEQ que ha analizado 4.1000 millones de ad requests en Estados Unidos de 1,2 millones de webs entre octubre de 2018 y febrero de 2019, revela que el 18% del tráfico publicitario es fraudulento.
De este tráfico fraudulento, el 77% se clasifica como “tráfico inválido sofisticado”, un tipo de fraude que utiliza métodos más avanzados y más difícil de detectar y de eliminar.
La compañía ha detectado 570 millones de ataques sofisticados que utilizaban un triple bloqueo que combinaba el enmascaramiento del dominio, redireccionamientos inválidos y fraude de visibilidad en un intento coordinado por evitar la detección.
Otras técnicas incluyen el spoofing y la falsificación y manipulación de datos de localización. En total, la firma detectó y bloqueó 743 millones de requests antes incluso de ser servidas.
Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, las marcas siguen siendo víctimas del cibercrimen de manera continuada. De hecho, según CHEQ, las marcas pierden entre 20.000 y 50.000 millones de dólares al año por el fraude.
Unos datos que evidencian la necesidad de autoridades y agentes del mercado de colaborar para frenar el avance del fraude y de los ciberataques cuya complejidad solamente puede ser contrarrestada con herramientas de igual sofisticación de las que carece actualmente la mayoría de las compañías. Y es que, la guerra del fraude solo acaba de empezar.
Para evitar estas y otras contingencias en materia de marcas, no lo dudes y acércate con los mejores.