Indicación geográfica

La utilización de una indicación geográfica es un importante medio para indicar el origen de los bienes y servicios. Uno de los objetivos de su utilización consiste en promover el comercio informando al usuario acerca del origen de los productos. Esto implica con frecuencia cierta calidad preciada para el usuario. Así mismo, las indicaciones geográficas pueden utilizarse para productos industriales y agrícolas. La protección de dichas indicaciones se realiza en el plano nacional pero existen varios tratados internacionales que ayudan a proteger las indicaciones geográficas en varios países.

Así, las indicaciones geográficas, en un sentido amplio de la palabra, incluyen las designaciones de procedencia o fuente, apelaciones de origen e indicaciones geográficas (en un sentido estricto).

Una indicación de fuente o procedencia significa cualquier expresión o signo utilizado para indicar el país, región, o lugar de donde es originario el bien o servicio. Ejemplo: hecho en México.

Una apelación de origen significa el nombre geográfico del país, región o lugar específico que sirve para designar que un producto es originado en dicho lugar, indicar las cualidades o características del producto o bien debido esencial o exclusivamente al medio ambiente, incluyendo también factores humanos o naturales, o ambos. Ejemplo: Champaña.

Básicamente, una indicación geográfica es una indicación de que un producto determinado proviene de una zona geográfica concreta. Los ejemplos de indicaciones geográficas más conocidos son los que se utilizan para los vinos y licores. Por ejemplo, la indicación geográfica Tequila se utiliza para indicar que un tipo destilado de agave procede de la región de México, llamada Tequia en el Estado de Jalisco. No obstante, las indicaciones geográficas se utilizan asimismo para otros productos distintos de los vinos y licores, como el tabaco de Cuba, o para quesos como el de Roquefort. También pueden utilizarse para productos industriales, como en el caso del acero de Sheffield.

Una vez expuesto lo anterior, es importante establecer la diferencia que existe entre una indicación geográfica y una marca registrada.

A groso modo, una marca es un símbolo que utiliza un comerciante o una empresa para distinguir sus propios productos y servicios de los de sus competidores. Una indicación geográfica se utiliza para indicar el origen regional de ciertos productos, y todos los productores de dicha región deben poder utilizarla. Por ejemplo, las indicaciones geográficas de Tequila pueden ser utilizadas por todas las destilerías de esa región, pero únicamente la empresa Diageo puede llamar a su tequila “Don Julio”.

Por último, abordaremos el tema referente a la protección de las indicaciones geográficas.

A diferencia de las marcas y las patentes, existe una amplia variedad de tipos de protección disponibles para las indicaciones geográficas, pues estas pueden protegerse por leyes o decretos específicos, la denominada protección “sui generis”; este método es el que se emplea en naciones como Francia y Portugal.

Existe también la posibilidad de acogerse a la legislación en materia de competencia desleal o contra el perjuicio de la “sustitución”, que estipula principalmente que no deben utilizarse prácticas de comercio desleal. Un buen ejemplo de una práctica de comercio desleal consiste en utilizar una indicación geográfica para un producto que no provenga de la región en cuestión. Por ejemplo: Tequila hecho en China.

Las indicaciones geográficas pueden protegerse también mediante el registro de marcas colectivas o marcas de certificación. A diferencia de las marcas individuales, las marcas colectivas pertenecen a un grupo de comerciantes o productores. Por otra parte, una marca de certificación no pertenece a nadie, está registrada en el entendido de que podrá ser utilizada por toda persona que cumpla las condiciones especificadas. Por ejemplo, la utilización de una marca de certificación para el queso Stilton se limita a ciertos agricultores que cumplan con las normas que deben observarse para que se autorice su utilización.

A manera de conclusión, hemos podido observar en el desarrollo del presente análisis, que resulta de gran ayuda el tener claro lo que es una indicación geográfica y una marca registrada, lo anterior con el fin de evitar confusiones en los usuarios y sobre todo en aquellos empresarios que quieren registrar determinada marca, recordando que no todo puede registrarse como tal.