Joint Venture o contrato de riesgo compartido
El joint venture o contrato de riesgo compartido es una figura jurídica utilizada en el mundo empresarial para enfrentar obligaciones civiles y comerciales diversas. Se presenta cuando dos o más empresas se unen para un determinado requerimiento u obra o para la prestación de un servicio y en general cualquier actividad que implique efectuar inversiones o actividades con fines muy amplios, a un plazo determinado, que puede ser corto, mediano o largo de acuerdo a las características del negocio; y que además implica una serie de operaciones que incluyen la integración del capital que se invierte, know how y colocación en los mercados.
Normalmente implica compartir recursos, que pueden incluir capital, personal, equipo físico, instalaciones o propiedad intelectual, como patentes.
En este sentido, la traducción literal de un joint venture al español correspondería a una empresa conjunta que busca compartir el gasto y (con suerte) el beneficio de un proyecto comercial en particular. De tal guisa es necesario observar que un contrato de riesgo compartido no es una organización comercial en el sentido de una propiedad, sociedad o corporación. Su naturaleza corresponde más bien a un acuerdo entre las partes para un propósito particular y generalmente en un marco de tiempo definido.
Debe de quedar claro que la particularidad de esta clase de acuerdos es su objetivo único y definible.
Pero, a todo esto, ¿qué debe de contener como requisitos mínimos un joint venture o contrato de riesgo compartido? Pues bien, se debe especificar los siguientes puntos:
- El nombre de las dos empresas involucradas,
- Su forma o estructura legal,
- Especificación del objetivo, como por ejemplo “la refinación, el almacenamiento, el transporte, la distribución y las ventas de primera mano del petróleo y los productos que se obtengan de su refinación”,
- Deben definirse los recursos que se deben comprometer con la empresa, como la inversión financiera y quién será responsable de la gestión diaria de la empresa en participación,
- Se debe especificar el método de terminación. Por ejemplo, la parte que desea rescindir debe notificar a la otra parte con 60 días de anticipación.
Finalmente, los contratos de riesgo compartido son atractivos porque permiten a las empresas compartir riesgos y costos. Y aunque han crecido en popularidad en los últimos años, existe una alta tasa de fracaso por diversas razones, mismas que van desde las diferencias en cuestión de estructuras, culturas corporativas y planes estratégicos que trabajan en conjunto.