La cultura de la piratería
Cada vez resulta más común encontrar en venta online y física, productos apócrifos que van desde artículos de moda tales como lentes, bolsas, gorras, cinturones, zapatos, ropa, juguetes, electrónicos, electrodomésticos, hasta artículos de tratamiento capilar, facial y corporal, medicamentos, maquillajes, alimentos, bebidas alcohólicas, dulces y cigarros e incluso en forma gratuita se pueden adquirir obras como películas, música, software y libros falsificados , por citar algunos de los ejemplos más relevantes.
Y sin importar el daño que causa a la economía y a la salud un aproximado de 41.9 millones de mexicanos prefieren consumir este tipo de mercancías a los productos originales, causando con su demanda un auge cada vez mayor de este mercado ilegal.
Debido a ello la Unidad Especializada en Investigación de Delitos Contra los Derechos de Autor y la Propiedad Industrial de la Procuraduría General de la Republica, la Secretaría de Economía, el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, la Secretaria de Cultura, el Instituto Nacional del Derecho de Autor, Servicio de Administración Tributaria, la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, la Administración Central de Investigación Aduanera, la Cámara Nacional de la Industria del Vestido, la Cámara Nacional de Comercio de la Ciudad de México, la Cámara Nacional de la Industria Editorial Mexicana, la Cámara Nacional de la Industria de Televisión por Cable, la Cámara Nacional de Manufacturas Eléctricas, Sociedad de Autores y Compositores de México, Centro Mexicano de Protección y Fomento de los Derechos de Autor, Asociación Protectora de Derechos Intelectuales Fonográficos, la Asociación Mexicana de Productores de Fonogramas y Videogramas y la Productores Nacionales de Fonogramas, Videogramas y Multimedia, A. C., y otras tantas instituciones públicas y privadas trabajan en forma conjunta.
Su objetivo primordial es erradicar, perseguir y sancionar la producción, la reproducción, la importación, la comercialización, la venta, el almacenamiento, la transportación, el arrendamiento, la distribución y la puesta a disposición de bienes o productos de forma contraria a las Leyes Penales, Fiscales, Aduanales, Sanitarias y por supuesto de Propiedad Industrial y Derecho de Autor. Es importante remarcar que estas conductas además de constituir delitos federales graves en materia de propiedad intelectual que se sancionan con multa y cárcel, son sancionadas en el admito administrativo por otras autoridades, mediante multas o infracciones muy elevadas.