Una de las cuestiones a las que se enfrenta el licenciado en derecho en el ejercicio de su profesión, es la complejidad de cumplir con el deber ser del abogado, es decir, este profesionista siempre busca el beneficio para el cliente a quien representa legalmente, y una “regla” a la cual se hacía notorio énfasis, era la de siempre obtener resultados favorables para este, sin importar que con ello se perjudicara a la contraparte.
El derecho siempre ha perseguido la solución de las controversias, y la consecución de la justicia, pero lamentablemente algunos abogados, han caracterizado tan noble profesión por actuar simplemente como “busca pleitos”, agudizando las desavenencias en lugar de buscar una mejor solución de manera pacífica. Pero por fortuna esta orientación, se ha ido abandonando a favor de estrategias y medios alternativos de solución diferentes a los arraigados, tales como la mediación o el arbitraje.
La aportación más grande que podemos señalar con respecto a la mediación en la solución de controversias, es la sustitución del pensamiento tradicional de “ganar perder”, por la de “ganar ganar”.
Esta modificación en el pensamiento de las partes contendientes, no solo afecta los resultados de la controversia, sino también al proceso mismo, ya que cambia el actuar de las mismas, haciendo más eficiente la administración de justicia, y evitando que los conflictos lleguen hasta los tribunales, lo cual representa entre otras cosas, un ahorro sustantivo de tiempo y dinero, además de evitar el desgaste propio de la substanciación de un pleito.
Una de las ventajas más claras de este tipo de conducta de las partes, es que hay una ocurrencia más alta de cumplimiento intencional y colaborativo de las decisiones tomadas, a comparación de la que se da por una sentencia emitida por un cuerpo colegiado. En este sentido, la mediación aligera la carga del trabajo de los autoridades judiciales, mismas que solamente entrarán en acción en caso de que las partes no pudieran conciliar una solución de mutuo acuerdo.
En resumen, el principio “ganar ganar”, busca particularmente que aquellas personas que tengan cierto conflicto obtengan un mejor resultado para los intereses de ambas partes, es decir, que cada una de ellas cedan un tanto de sus peticiones, con el fin que ninguna de las partes salga totalmente perjudicada.
En Bandala & Asociados tenemos amplia experiencia en temas de negociación, pues una de nuestras políticas es encontrar siempre la mejor opción de solución de los conflictos de nuestros clientes, si tienes una desavenencia que se ha ido complicando con el tiempo, acércate a nosotros, te brindaremos la mejor asesoría.