Patente
La patente es uno de los temas más interesantes en la Propiedad Industrial, es por eso que hacemos el presente estudio.
Una patente es un documento otorgado por una oficina de gobierno, en el caso de México, por el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial, después de haberse presentado una solicitud. Este documento describe una invención y crea una situación jurídica mediante la cual la invención solo puede ser explotada con la autorización del dueño de la patente. Dicho de otra forma, la patente protege una invención y otorga al dueño el derecho exclusivo de usar su invención por un periodo limitado de tiempo.
Ahora bien, una invención puede ser definida como una solución nueva a un problema técnico.
Verbigracia: un envase de plástico, un teléfono, un bolígrafo, una computadora, etc.
El objetivo de una patente consiste en brindar protección a los adelantos tecnológicos, recompensando no solo a la creación de una invención, sino también al perfeccionamiento de una invención para hacerla tecnológicamente factible y comercializable. Lo cual sirve de estímulo a la creatividad adicional y alienta a las empresas a seguir desarrollando la nueva tecnología para hacerla comercializable y útil para el público.
Las cosas que pueden patentarse y de acuerdo a los acuerdos internacionales, las patente se destina a cualquier invención sea de proceso o producto en todos los ámbitos de la tecnología. Un componente químico puede patentarse, una máquina puede patentarse también. Los procesos para perfeccionar o fabricar cosas pueden ser una patente. Sin embargo, existen cosas que no pueden patentarse y que están excluidas del ámbito de patentabilidad. Por ejemplo, los genes humanos no pueden patentarse; las cosas que ya existan en la naturaleza, con contadas excepciones, no pueden patentarse. Una máquina de movimiento perpetuo, que va contra las leyes de la naturaleza, no puede patentarse, a menos que pueda demostrarse su aplicación industrial, en cuyo caso, se descartan las antiguas normas y se considera que se ha creado algo nuevo.
Las patentes están previstas para los grandes adelantos de la tecnología, pero se reservan asimismo para pequeñas mejoras tecnológicas. Así, los adelantos patentables que se producen en un ámbito determinado de la tecnología pueden constituir grandes avances, como el invento de la penicilina o pequeñas mejoras, como una nueva palanca que permita acelerar el movimiento de una máquina.
Para ser patentable, una invención debe satisfacer ciertos requisitos y criterios relacionados con la novedad y otras características como las que a continuación se enlistan:
El primero de los criterios exige que la invención sea nueva, es decir, que la invención no debe haber sido creada, efectuada o utilizada anteriormente.
El segundo criterio establece que exista un elemento inventivo. En otras palabras, para que se considera patentable una invención, esta debe representar un avance suficiente en relación con el estado actual de la técnica.
El tercer criterio dispone que la invención pueda aplicarse industrialmente. Esto significa que la invención debe poder ser utilizada de alguna manera.
Así las cosas, a fin de ser patentable, una solicitud para patentar una invención debe demostrar que se encuentra entre los tipos de cosas que pueden ser protegibles por una patente, y ser: nueva o novedosa, no obvia, es decir, que debe introducir un elemento inventivo, útil, esto es, susceptible de aplicarse industrialmente.
Si tienes alguna invención que contribuya y pueda aplicarse industrialmente, la cual quieras registrar y no sabes cómo, en Bandala, Díaz, García, estamos para asesorarte de la mejor manera, acércate a nosotros.